Konrad Lorenz y su influencia en el origen de la Etología

La etología, una rama de la biología que estudia el comportamiento animal en su ambiente natural, ha sido moldeada y enriquecida por numerosos científicos a lo largo de la historia. Uno de los nombres más destacados en este campo es el de Konrad Lorenz, cuyas contribuciones han dejado una marca indeleble en nuestra comprensión del comportamiento animal.

¿Quién fue Konrad Lorenz?

Konrad Lorenz (1903-1989) fue un etólogo austríaco pionero en el estudio del comportamiento animal. Nacido en Viena, Austria, Lorenz desarrolló un profundo interés por la observación de animales desde una edad temprana. Su pasión lo llevó a estudiar medicina y zoología en la Universidad de Viena, donde más tarde se convirtió en profesor.

La Etología y el Impacto de Lorenz

Lorenz es reconocido principalmente por su trabajo en el campo de la etología, especialmente por su investigación pionera sobre la impronta y la agresión en los animales. Su estudio sobre la impronta, el proceso mediante el cual los animales jóvenes establecen un fuerte vínculo con la primera figura que encuentran, arrojó luz sobre los mecanismos del comportamiento instintivo y la formación de lazos sociales.

Uno de los experimentos más famosos de Lorenz fue su trabajo con gansos, donde demostró cómo los gansos jóvenes imprimen en la primera figura que ven después de salir del huevo, lo que a menudo resulta en una conexión emocional duradera. Este descubrimiento no solo contribuyó al entendimiento de la conducta animal, sino que también tuvo implicaciones profundas en el estudio de la psicología del apego en humanos.

Además de sus investigaciones sobre la impronta, Lorenz también exploró el comportamiento agresivo en animales, observando patrones de agresión en especies como los peces, aves y mamíferos. Sus estudios sobre la agresión innata y aprendida proporcionaron una comprensión más profunda de cómo los animales compiten por recursos y territorio, así como las formas en que la agresión puede ser modulada por el entorno y la experiencia.

Conclusiones

En resumen, Konrad Lorenz fue un pionero en el campo de la etología cuyas investigaciones sobre la impronta y la agresión han dejado una marca perdurable en nuestra comprensión del comportamiento animal. A través de sus experimentos innovadores y observaciones meticulosas, Lorenz abrió nuevas perspectivas en el estudio de cómo los animales interactúan con su entorno y entre ellos. A pesar de las controversias en torno a su vida personal, su legado científico perdura como un testimonio de su dedicación y pasión por la exploración del mundo natural.

¿Qué es la etología?

Destacado

La etología (del griego ethos, que significa costumbre) es la rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en libertad o en cautiverio, aunque son más conocidos por los estudios de campo. Los profesionales dedicados a la etología se denominan etólogos y tienen la difícil labor de estudiar y procurar entender el comportamiento de los animales.

La etología estudia las características propias de una especie determinada y cómo éstas evolucionan para la supervivencia de la misma. Algunos médicos veterinarios dedicados a esta rama e imparten los resultados de sus estudios en las universidades donde realizan sus cátedras ante la falta de personal más capacitado. Y aunque la etología tiene por objeto de estudio el comportamiento animal. Los seres humanos, también animales, formamos parte del campo de estudio de la etología, bajo el nombre de etología humana.

¿Donde se origina la etología?

A principios del siglo XX se creó la psicología comparada, que consistía en el estudio de la conducta y las capacidades psicológicas de las diferentes especies animales y que, en este sentido, consideraba la conducta humana como uno de los muchos tipos de conducta animal. Los conductistas utilizaron este método en sus estudios, pero a partir de 1973, cuando los científicos Konrad Lorenz, Karl von Frisch y Niko Tinbergen recibieron el Premio Nobel por sus estudios sobre la conducta de los animales, la etología comenzó a considerarse ciencia con pleno derecho, y la psicología comparada se integró en esta nueva ciencia.

En Europa, la investigación del comportamiento animal se desarrolló resaltando los estudios de campo y las conductas instintivas. Destacándose Konrad Lorenz, con su estudio sobre la impronta en los gansos; Karl von Frisch, centrado en el sistema de comunicación de las abejas, y Niko Tinbergen, interesado en el estudio sobre el instinto en el espinoso. En los Estados Unidos, durante la primera mitad del siglo XX, se caracterizó por las investigaciones del comportamiento animal centradas en las conductas aprendidas en medios controlados. Estas investigaciones dieron lugar a la psicología comparada y al conductismo.

En 1951, Tinbergen publicó The Study of Instinct, en donde plantea las cuatro preguntas sobre las que se apoya la etología (causacional, del desarrollo u ontogenético, evolucióny filogenético), y se encarga de hacer una distinción entre la psicología comparada y la etología. En 1966, Robert Hinde hizo una síntesis de ambas, y distinguió los aspectos más destacables de cada una.

Datos de interés y estudios etológicos

Los objetivos de los etólogos son el estudio de la conducta, del instinto y el descubrimiento de las pautas que guían la actividad innata o aprendida de las diferentes especies animales. Así, los etólogos han estudiado en los animales aspectos tales como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento, la vida social, la impronta o troquelado y muchos otros. En estado salvaje, los animales se manejan con ciertos códigos impuestos por la propia lucha por la supervivencia, por ser el más apto para dirigir una manada o ganarse el derecho a comer o a copular primero.

La procedencia de las conductas animales

Es difícil llegar a comprender las emociones y sentimientos de un animal, pero una forma de hacerlo es comparar las estructuras físiológicas y anatómicas de animal con las del mamífero superior con el que conviva y ver que son similares”, explica Miguel Ibáñez Talegón, Profesor de Etología Animal en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Además, añade que son muchos los estudios y trabajos que han demostrado que el funcionamiento de los elementos estructurales del sistema nervioso central, referentes a la fisiología del animal y la genética, funcionan de forma bastante similar en todos los animales, incluyendo al ser humano.

¿Los animales piensan?

Es evidente que nuestro intelecto tiene una capacidad metacognitiva más desarrollada que cualquier especie conocida, pero, a diferencia de lo que muchos creen, los animales comparten con nosotros numerosos rasgos psicológicos en lo que al pensamiento se refiere. Así, el experto en psicología experimental de la Universidad de Granada, Matej Hochel, asegura que “el entorno natural da lugar a muchas situaciones impredecibles que, para muchas especies, serían un gran obstáculo a la hora de intentar sobrevivir únicamente con nociones genéticas y nociones automatizadas”.

Además, constata que el conocimiento se propaga en grupo: “Las ratas evitan los alimentos envenenados una vez que han visto que otra de su especie a muerto o ha sufrido malestar al ingerirlos. Así, las crías aprenden de sus padres a no ingerir dichos productos, aunque no hayan presenciado las consecuencias que ocasionan. Esta atención activa del animaly su aprendizaje corroboran su inteligencia”. Matej Hochel asegura que muchos expertos de laboratorio confirman que existen ciertas especies con muchas destrezas mentales, que anteriormente se creían únicas en el ser humano.

Investigar el pensamiento de un ave o un mamífero no es una tarea sencilla, puesto que se da una clara ausencia de lenguaje, por lo que la creatividad del investigador tiene un papel fundamental. “De esta forma”, explica este catedrático de la Universidad de Granada, “el experimentador pone al descubierto los problemas que permitan discernir el comportamiento automático de una actuación pensante. Esta labor es más sencilla cuando el animal se presenta ante alguna situación de peligro o de novedad, donde hay poca probabilidad de que dé con la respuesta correcta si sólo recurre a una conducta automatizada”.

La prueba del espejo

A la hora de poner a prueba la conciencia animal, la mayoría de los expertos recurren a la prueba del espejo. A través de ella se sabrán las cualidades y disposiciones perceptivas que posee cada especie y, en concreto cada individuo. En el caso de que un perro no responda a las capacidades necesarias para realizar este experimento, se analizará su capacidad mental de un modo más natural, ya que así no se verá obligada a adquirir capacidades que no entran dentro de las innatas o habituales. El test del espejo, ideado por Gallup, examina la conciencia reflexiva de los animales pero recientes experimentos han demostado que no siempre es determinante.

El primer experimento se realizó con unos chimpancés, que después de una larga temporada viéndose en el espejo, fueron anestesiados para marcarles círculos rojos en la frente y en las orejas. En cuanto despertaron y se miraron en el espejo, su primera reacción fue llevar la mano al lugar donde se habían puesto los círculos. “Esta situación evidencia que los animales se reconocen en el espejo. Aunque el test se ha realizado a diferentes mamíferos, sólo los monos y los delfines a respondido correctamente”, afirma Matej Hochel.

La etología continúa avanzando y desarrollándose a medida que logramos hacer un estudio juicioso y sistemático del comportamiento de las especies. Los perros y gatos ofrecen una interesante alternativa por su domesticación, lo que hace que sus comportamientos estén expuestos permanentemente a nuestra observación y reflexión aunque sean solo una pequeña parte del amplio campo del estudio de la etología.

Para conocer más sobre DOCTOR PULGAS, te invitamos a ver a continuación el video de presentación a cargo de nuestro director:

Cuando el primate encontró al perro

Por: Pablo Herreros

Las primeras evidencias arqueológicas de la asociación entre humanos y lobos, que pocos miles de años después dio lugar al perro domesticado que hoy todos conocemos, datan de hace 20.000 años aproximadamente, en actual zona de Irak y Pakistán. Al principio, éstos vivían en las periferias de los asentamientos humanos, alimentándose de los restos y prestando un gran servicio como centinelas, lo que nos permitió dormir y descansar con más tranquilidad.

Las primeras evidencias arqueológicas de la asociación entre humanos y lobos, que pocos miles de años después dio lugar al perro domesticado que hoy todos conocemos, datan de hace 20.000 años aproximadamente, en actual zona de Irak y Pakistán. Al principio, éstos vivían en las periferias de los asentamientos humanos, alimentándose de los restos y prestando un gran servicio como centinelas, lo que nos permitió dormir y descansar con más tranquilidad.

El premio Nobel y etólogo, Konrad Lorenz, en su libro Cuando el hombre encontró al perro, especula sobre cómo pudo ocurrir tal fenómeno. Él cree que quizá en algún punto de la evolución, una niña, llevada por su instinto de protección, adoptó un cachorro y lo introdujo en el grupo de humanos dando origen al perro domesticado.

En estas imágenes aparecen unos primates babuinos raptando cachorros de perro para ser criados por el grupo. Cuando crecen, forman parte activa de él y ayudan en la vigilancia y protección de la manada. La importancia del análisis de estos comportamientos reside en que nos proporcionan hipótesis sobre el origen de la relación entre humanos y perros, ya que es muy probable que contenga elementos similares a la manera en que ocurrió con nuestra especie.

Fuente: Somosprimates.com

Diez observaciones sobre los cachorros de mi perra

Por esas coincidencias de la vida, terminé con una Pastor Alemán (¿o Pastora Alemana?) y sus ocho crías en la finca que habitamos mi esposa y yo en Rionegro. La nombramos Lola y decidimos encontrarle buenos hogares a sus pequeños retoños. Colocamos avisos en las tiendas agropecuarias del sector y enviamos mensajes por internet a toda nuestra red de contactos. Unos se enternecieron, otros nos recomendaron paciencia y otros tantos colaboraron con visitas y adopciones. Estos últimos, como diría Bertolt Brecht, son los imprescindibles.

Esta experiencia, aunque no es la primera, ha sido muy enriquecedora para mi, no en términos económicos, por supuesto, ya que las medicinas que requieren los perritos salen del bolsillo de Julia y yo, sino en términos de aprendizaje. He decubierto que tener mascotas no es suficiente para aprender de ellas y extraer conclusiones que permitan entender el comportamiento animal. Es la observación juiciosa y sistemática, como lo recomendaba el querido Nobel Konrad Lorenz, la que permite extraer indicios generales sobre el comportamiento animal.

Y es sobre este tema que quiero compartir mis primeras observaciones. De antemano ofrezco excusas a los expertos en el tema para quienes seguramente mis apreciaciones serán más que obvias o cargadas de errores de interpretación. En caso de que sean problemas de interpretación, agradezco me lo hagan saber por este medio para ir afinando mi punteria etológica sobre los canes. Sólo espero que sirvan al lector desprevenido para comenzar sus propias observaciones y poder refutar o confirmar las conjeturas que documento a continuación:

1. Lola, la madre Pastor Alemán, lame permanentemente el ocico y los genitales de sus cachorros para reafirmar su contacto con ellos. Adicionalmente esta conducta debe proporcionar alguno tipo de higiene sobre ellos.

2. Lola examina insistentemente el interior y los lados de la casa donde están los cachorros, una vez hemos entragado alguno en adopción. No conozco estudios que demuestren que los perros reconocen las cantidades, como si lo hacen algunas aves, pero esta conducta me pareció extraña.

3. Igualmente extraña me pareció la de subirse a nuestro automóvil, ya que nunca lo hacía, en donde días antes había visto partir sus cachorros. Piaget llamaba a esto permanencia de objeto, que es la capacidad del infante de ir a buscar el objeto perdido así ya no tenga contacto visual.

4. Cuando los cachorros estan dentro de nuestra casa, salen a defecar a la grama. Esto es especialmente interesante si se tiene en cuenta que sólo cuentan con 45 días de nacidos. Nadie puede haberles enseñado este comportamiento.

6. Adicionalmente si se encuentran en presencia de otros cachorros, estos tienden a a orinar y defecar a la vez. Esto podría atribuirse a una comida similar, en tiempos similares, atravezando sistemas digestivos comunes. Sin embargo la diferencia entre uno y otro es de segundos, lo que parece sugerir otro tipo de explicación más ambiental que fisiológica.

7. A pesar de su corta edad, mes y medio, ya los cachorros muestran conductas disímiles que parecen diferenciar el carácter de cada uno. Encuentro unos con comportamientos temerosos, otros exploratorios y, unos pocos, combativos. Tal vez el caracter en el Homo Sapiens tenga un origen similar.

8. Parece evidente que los cachorros ven borroso pues no logran percibir bien pequeñas profundidades de campo y reconocer alimentos con colores similares a los de los baldosines sobre los que se coloca. Lo mismo sucede en nuestra especie pero en los perros tiene un mayor riesgo vital esa limitación inicial. Supongo que tiene alguna intención evolutiva para evitar que se alejen demasiado, pero debe haber una mejor explicación.

9. Tampoco entiendo bien la ventaja evolutiva que puede tener el llanto permanente de los cachorros pues los haría presa fácil de los depredadores en circunstancias silvestres. Posiblemente su sentido se encuentre del lado de lo que Richard Dawkins señala sobre los polluelos en su excelente libro El gen egoista.

10. Los cachorros no representan una amenaza para los perros machos que llegan nuevos, como suele suceder con los leones que eliminan las anteriores crías para que la leona entre en celo más rapidamente al no tener que amanatarlos.

11. El instinto, es decir la naturaleza, o Dios como diría Spinoza, no deja de sorprenderme.